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miércoles, 16 de mayo de 2018

Vigilancia Aduanera

Vigilancia Aduanera actúa  bajo  la  Dirección  Adjunta  de  VA (DAVA), depende orgánica  y  funcionalmente del  Departamento  de  Aduanes  e  Impuestos  Especiales (AEAT),  y  pertenece  al  Ministerio  de  Hacienda  y  Función Pública. La  historia  que  vamos  a  describir  a  continuación  podríamos  calificarla  como  antesala de  lo  que  hoy  es  Aduanas,  tal y como la  conocemos.

Aunque  el  Ministerio  se  creó en  el  siglo  XVIII,  durante  el XVI  y  XVII  ya  existían  las  denominadas  Reales  Haciendas, las  cuales  se  articulaban  en torno  a  una  serie  de  organismos  independientes  a  las  Coronas  de  Castilla  y Aragón.

La  Corona  de  Castilla  contaba  con  la  Contaduría  Mayor de  Cuentas  (creada  en 1476),  el  Consejo  de  Hacienda  (creado  en  1523  y  reformado  en  1658),  y  la  Superintendencia  General  de  Hacienda  (creada  en  1687).

La  Corona  de  Aragón  contaba,  a  tal  efecto,  con  el  Baile General  y  el  Maestre  Racional de  la  Corte.

De  aquellas  Reales  Haciendas  surgió  el  origen  de  las  diferentes  banderas  nacionales con  el  símbolo  de  las  dos haches  (HH)  coronadas,  las cuales  han  distinguido  a  las unidades  del  Servicio  Marítimo;  es  uno  de  los  distintivos más  característicos  de  Vigilancia  Aduanera  y  apreciable en  sus  unidades  aeronavales. Éstas  han  ido  variando  a  lo largo  de  los  años  desde  el  siglo  XIX,  la  actual  carece  de escudo  alguno  (únicamente muestra  estas  dos haches  coronadas)  y  data  del  año 1977.  Fue  adoptada  en  recuerdo  del  mismo  (Servicio Marítimo).

Inicios 

Debido  al  contrabando  ilegal de  tabaco  proveniente  de América  se  crea  en  el  siglo XVI  el  Resguardo  de  Tabacos.  Esta  organización  estaba compuesta  por  personal  civil pero  tenía  carácter  militar,  y su  objetivo  consistía  en  la  lucha  contra  su  importación ilegal  (para  proteger  así  el  beneficio  fiscal  proveniente  del monopolio del  Reino).

En  1887  se  fundó  la  Compañía  Arrendataria  de  Tabacos,  y  trece  años  después ésta  es  autorizada  a  crear  el Servicio  Especial  de  Vigilancia.

En 1944 se crea Tabacalera SA y el SEV pasa a depender directamente de esta empresa pública, bajo la denominación de Servicio Especial de Vigilancia Marítima y Terrestre.

En 1982 pasa a designarse Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).

El 1 de enero de 1992 se constituye la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), a la que se le encomienda la aplicación del reglamento tributario y aduanero (así como aquellos recursos de otras Administraciones Públicas o de la UE cuya gestión le sea asignada por Ley o por Convenio), de forma que el SVA se mantuvo dentro del mismo Ministerio pero pasó a formar parte de la Agencia Tributaria ya que, como acabamos de comentar, este nuevo organismo sería desde entonces el competente en aplicar la legislación en materia de Aduanas.

Hace unos quince años aproximadamente, y aunque se le siga denominando SVA en algunos documentos y publicaciones oficiales, se suprime de su designación la palabra “Servicio” pasando a quedar como Vigilancia Aduanera (VA).

Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales   

Vigilancia Aduanera, como acabamos de comentar, pertenece a la AEAT y se encuentra encuadrado dentro del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, bajo la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA). Es un organismo de carácter policial aunque no se encuentra enmarcado dentro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en el que lógicamente sus agentes, debido a sus funciones, disponen de permiso para el uso de armas de fuego.  

Sus integrantes cuentan con una muy amplia formación (además de una exigente preparación -y en constante reciclaje- sobre las leyes vigentes en las materias que les ocupan) en: derecho administrativo, comunitario, tributario y aduanero, a las que se suma el total conocimiento de la legislación sobre contrabando; tanto de sustancias ilícitas como de mercancías introducidas de manera ilegal en España, e incluso aquellas que pretendan pasar la aduana sin tributar.

En  infinidad  de  estos  casos los  agentes  se  encuentran con  todo  tipo  de  modificaciones,  realizadas  por  parte  de los  infractores,  en  la  documentación  sobre  los  artículos importados,  llegando  a  ocultar  la  información  real  sobre los  materiales  de  fabricación de  los  productos  para  intentar  abonar  menor  cuantía  en impuestos  (IVA  y  aranceles), e  incluso  tratar  de  introducir género  de  circulación  no  legal en  España  o  en  el  resto  de  la UE.

Como comentamos, pertenecen  lógicamente  a  la Agencia  Estatal  de  Administración  Tributaria  (ya  que  tiene  plena  competencia),  pero Vigilancia  Aduanera  cuenta con  sus  propias  estructuras orgánicas  en  las  diferentes Comunidades  Autónomas,  algo  que  es  completamente necesario  según  las  necesidades  operacionales  debido  a los  diferentes  tipos  de  misión y  las  actuaciones  a  realizar en  cada  una  de  ellas.

En  total  Vigilancia  Aduanera está  formada  por  aproximadamente  unos  dos  mil  efectivos,  que  se  encuentran  repartidos  por  todo  el  territorio nacional,  y  están  divididos  en dos  especialidades:  marítima y terrestre.

Aunque  en  sus  inicios  estuvo especializada  en  la  represión del  contrabando  de  las  mercancías  introducidas  ilegalmente  en  nuestro  país,  sus competencias  se  han  ido  ampliando  con  el  paso  del  tiempo  y  la  lógica  evolución  infractora;  acentuada  en  el  conocimiento  y  las  necesidades durante  las  operaciones  en materia  de  lucha  contra  el narcotráfico,  el  fraude  fiscal  y blanqueo de  capitales.

Relaciones  internacionales 

Vigilancia  Aduanera  mantiene  una  muy  estrecha  colaboración,  en  primer  lugar,  con otras  agencias  aduaneras  europeas.

Fuera  de  la  UE  sustenta  relaciones  internacionales  con sus  homólogos  en  diferentes continentes.  Aduanas  España es  un  importante  referente  a nivel  mundial  gracias  a  la  experiencia  adquirida,  no  sólo  a lo  largo  de  los  cinco  siglos desde  el  antiguo  Resguardo, sino  que  por  posición  geográfica  nuestro  país  es  puerta  de entrada  a  Europa  para  todo tipo  de  mercancías,  tanto  legales  como ilegales.

En  el  caso  de  la  Unión  Europea  ésta  tiene  como  uno  de sus  elementos  fundamentales la Unión Aduanera de todos los países miembros y la competencia legislativa (de la misma) en materia aduanera, siendo responsabilidad de cada Estado la aplicación de las normas comunitarias.

Con la libre circulación, el pago de derechos de importación de mercancías así como sus restricciones comerciales y los requisitos aduaneros han desaparecido entre los países miembros, con lo cual debe existir un mayor control frente al tráfico de estupefacientes y/o género ilegal para su venta y distribución dentro de la UE.

En referencia a las dudas que puedan surgir sobre como se obtienen los ingresos con el libre comercio y la desaparición de los aranceles entre los países miembros de la Unión Europea, pues bien: estos son recaudados a través del mercado con terceros países (lógicamente no pertenecientes a la UE), y cada uno de los estados miembros entrega el 75% de la cantidad anual recaudada al presupuesto comunitario.

La normativa Europea en materia de Aduanas exige que sea aplicada por cada Estado Miembro con los mismos criterios  y  eficacia.  Asimismo  cada  uno  de  los  países  de  la  UE  colabora  en  la elaboración  de  las  normas comunitarias  en  el  ámbito  del Parlamento  Europeo  y  el Consejo  de  la  Unión,  con  lo que  las  diferentes  Agencias Aduaneras  participan  en  las reuniones  que  se  convocan  a tal  efecto.

Fuera de la UE Vigilancia Aduanera  mantiene, como es lógico, colaboración con distintas agencias de aduanas en  otros  continentes. Estas  relaciones  se  basan  principalmente  en  el  intercambio  de  información  y asistencia  mutua  en  la  lucha contra  el  fraude,  contrabando y narcotráfico,  además  de asistencia  técnica entre las mismas  para  su  propia  evolución y  desarrollo.

Los  convenios  bilaterales  y multilaterales  de  la  UE  con otros  países  (que  incluyen protocolos  de  asistencia  mutua  en  Acuerdos  de  Asociación)  son los  siguientes: Estados  Unidos,  Hong  Kong, Corea,  Noruega,  Andorra, Canadá,  Turquía,  Albania,  Argelia,  Armenia,  Autoridad  Palestina, Sudáfrica, Azerbaiyán,  Bulgaria,  Chile,  China,  Croacia,  Egipto,  Islas  Feroe,  India,  Antigua  República de  Macedonia,  Georgia,  Islandia,  Israel,  Japón,  Jordania,  Kazajstán,  Kirguizistán, Líbano,  Liechtenstein,  México, Moldavia, Marruecos, Montenegro,  Federación  Rusa,  San  Marino,  Suiza,  Tayikistán,  Túnez,  Ucrania  y  Uzbekistán...