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domingo, 1 de abril de 2018

Gardacostas de Galicia, el comienzo del servicio

Dos importantes siniestros marítimos ocurridos en aguas de Galicia, el hundimiento de los pesqueros “Nautilus” y “Nuevo Velasco” en los cuales desgraciadamente se perdieron las vidas de la totalidad de sus tripulaciones, provocaron una enorme demanda de soluciones ya no sólo desde el propio sector pesquero sino de la sociedad en general. A raíz de esto se quiso buscar una solución para el salvamento de vidas en las costas gallegas, ya que por aquel entonces únicamente había un helicóptero AS332 Super Puma del SAR (Ejército del Aire) en el aeropuerto de Alvedro-A Coruña, que además no volaba de noche.   

El Consejero en materia de pesca en aquel momento, Enrique López Veiga, encargó un estudio a Fernando Novoa sobre como paliar estas carencias.

Novoa propuso la idea de crear un servicio SAR propio de la CCAA de Galicia, que además también pudiera realizar labores de vigilancia pesquera ya que en aquel momento los recursos disponibles en esta materia eran muy limitados. 

Novoa conocía la existencia del uso de medios aéreos y tripulaciones civiles para búsqueda y rescate offshore en Inglaterra, que aunque esto se había producido a través de extinciones presupuestarias (ya que anteriormente el SAR británico era realizado por sus ejércitos de aire y tierra), prestaba un servicio intachable. "Los ingleses siempre han sido de los países más avanzados dentro del campo marítimo, la búsqueda y rescate civil en Europa comienza en el Reino Unido tras la guerra de las Malvinas". 

"En un principio las bases (repartidas por toda Gran Bretaña), eran operadas por la Royal Air Force y la Royal Navy, pero a raíz de recortes presupuestarios se cerraron algunas de ellas, provocando que quedaran zonas sin cubrir por helicópteros SAR, con lo que el Ministerio de Transporte Británico decidió buscar una solución para no dejar ningún territorio de costa desatendido, de manera que se determinó que una empresa civil se ocupara de realizar las labores de búsqueda y rescate en esas demarcaciones". 

"Esto no afectaba a los presupuestos de este ministerio, ya que anteriormente disponían de un convenio entre Transporte y Defensa por el cual si un rescate se realizaba en un buque o a un tripulante civil, el primero abonaba el coste de la operación al ejército". 


"En las misiones de larga distancia, primero se enviaba un avión Hawker Siddeley Nimrod, que se ocupaba de localizar los objetivos y después se quedaba orbitando en zona hasta que llegara el helicóptero, para garantizar así las comunicaciones. Esto se hacía porque por aquel entonces no existía el GPS, con lo cual entre las grandes distancias a costa, los posibles temporales y la baja visibilidad, era mucho más efectivo y seguro enviar una aeronave de ala fija (con mayor radio de acción y autonomía) para localizar el punto exacto donde se encontraba el buque o los náufragos en apuros".   


"Tras encontrar el objetivo, desde el avión se procedía a comunicarlo a la base más próxima al lugar del rescate, enviando las coordenadas exactas a las que el helicóptero debía acudir a realizar la evacuación".  


Estos aviones despegaban desde Escocia, ya que la base de los Nimrod se encontraba al norte del Reino Unido.

De manera que Fernando Novoa centró su propuesta tras un extenso estudio sobre el funcionamiento del servicio SAR británico, adaptado a las necesidades de la CCAA de Galicia y ajustándose a los presupuestos disponibles, lógicamente mucho más limitados que los de cualquier estado. 

Así consiguió arrancar el primer servicio SAR offshore civil en España, con dos Bell 212 alquilados en un principio por el operador adjudicatario (Helicsa) a la noruega Helikopter Service, y un barco remolcador de tamaño medio.

El servicio de “Busca e Salvamento”, lo que es hoy el Gardacostas de Galicia, nació en el año 1990 de la mano del que fue su Director Técnico Fernando Novoa y el Consejero Enrique López Veiga.

El SBSLC (Servizo de Busca e Salvamento e Loita Contra la Contaminación) ya fue creado desde el primer momento como un servicio polivalente para SAR y vigilancia pesquera, que más adelante ampliaría sus competencias a la lucha contra la contaminación marina.

Inicialmente estuvo organizado en guardias localizadas H24, en las cuales las tripulaciones de los dos helicópteros no podían encontrarse a una distancia superior a 20 minutos de su base. Desde hace unos 13 años esto ha cambiado y las guardias son presenciales, las 24 horas los 365 días del año. 

Según los Estatutos de Autonomía, las CCAA tienen competencia sobre salvamento en las costas, pero la dirección de las operaciones sobre emergencias marítimas es Estatal, de manera que a propuesta de Fernando Novoa se establece que el servicio SAR gallego sea enfocado en su totalidad a plena disposición de ambas Administraciones, para que los helicópteros pudieran ser activados por cualquiera de ellas de forma que posibilitara el operar de manera puntual con cualquier otro departamento sin necesidad de mediar entre los responsables de ambas, ya que los trámites burocráticos lo ralentizarían.

Con lo cual el primer acuerdo que se realiza en España entre la DGMM y una CCAA fue con Galicia, con el único objetivo de que ante una emergencia en el mar cualquiera de los organismos pudiera movilizar los helicópteros y se atendiera así a las personas en peligro lo más rápidamente posible.

Debido al carácter polivalente del servicio, se han realizado aprensiones con Vigilancia Aduanera a través de agentes de la misma embarcados en los helicópteros de la Xunta. Traslado de personal de mantenimiento a faros de imposible acceso por tierra y con mal estado del mar (generalmente situados en islas e islotes). Colaboraciones con los GEO y GOE de la Policía Nacional. Traslado de órganos o personas pendientes de trasplantes a otras Comunidades Autónomas cuando el factor tiempo era vital, etc. 

Todo este tipo de operaciones se traducían en ejercicios que servían de entrenamiento para mejorar la preparación de las tripulaciones, y además acentuaban la motivación de un servicio novedoso que nació en un principio con credibilidad cero ante muchos sectores de la opinión pública, pero que ha demostrado a lo largo de sus casi 28 años una enorme operatividad y efectividad a través del éxito en sus misiones.

Por el servicio del Gardacostas de Galicia han pasado los siguientes helicópteros:

Dos Bell 212, que dieron un resultado excelente a pesar de que no contaban con grúa externa, era interna, lo que les restaba capacidad de rescate por peso y espacio, además de que eran mucho más incómodas de operar. Con estas dos aeronaves se llegaron a realizar grandes logros para el rescate con helicóptero en aquellos años; por ejemplo se completó una misión de evacuación a 175 nm (al máximo de su radio de acción), concretamente con el Pesca 1 de Vigo, que regresó a base aún con los 15 minutos de reserva de combustible que establece la ley.

A estos dos helicópteros se les fueron incorporando equipos, como sistema IR/TV, faro de búsqueda, GPS diferencial, etc. Estas mejoras fueron proporcionando al servicio mayor seguridad, operatividad, y lógicamente mejores y más modernos medios.

En el año 1996 se incorpora un Bell 412 a la base del Pesca 1 en el aeropuerto de Peinador (Vigo), el  cual  ya disponía  de mayor potencia, mejores sistemas de aviónica y grúa de rescate externa (el Pesca 2 de Viveiro seguiría con un Bell 212).

En 1999 se cambian ambos helicópteros por dos Aérospatiale AS365 N2 Dauphin 2, que aunque tampoco contaban con cuarto eje (o estacionario automático, sí contaban con AFCS de tres) sus sistemas de aviónica eran más modernos que los de los Bell, además tenían mayor radio de acción, capacidad de rescate superior y disponían de sistema de descarga de combustible en vuelo, de manera que proporcionaban la posibilidad de aligerar peso en operaciones de rescate con poco viento, cuando durante las operaciones de grúa, principalmente de varios náufragos o evacuados, el helicóptero no pudiera mantener estacionario.

Con la incorporación de los Dauphin se modifica el contrato a 350 horas anuales, ya que el alquiler de estas aeronaves era más caro, pero estaba considerado como uno de los mejores helicópteros de tamaño medio para misiones SAR offshore en aquel momento.

En el año 2005 llegan a Galicia, a bordo de un Antonov An124 provenientes  de Tennessee (USA), los actuales aparatos Sikorsky (Lockheed Martin) S-76C+ que fueron encargados por la Xunta de Galicia al fabricante norteamericano...